sábado, 3 de marzo de 2012

El Abuso no forma parte de la espiritualidad de los Nativos Americanos.


EL ABUSO NO FORMA PARTE DE LA ESPIRITUALIDAD DE LOS NATIVOS NORTEAMERICANOS

Por Ramona Allard-Henderson
El abuso no forma parte de la espiritualidad de los nativos americanos. Aunque esta afirmación es cierta, los hechos demuestran que algunas personas están usando sus palabras y actos, sus dones y ritos sagrados para causar daño. Es incorrecto violar conscientemente a uno mismo o a otros, pero ¿de que manera entendemos esto como nativos?.

Circulo de Corazones Fuertes es un grupo indígena de acción encargado de educar y prevenir la violencia. Los miembros son indígenas americanos, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, de muy distintas naciones. Nos hemos reunido de nuevo para discutir y estudiar otra cuestión a la que se enfrentan los nativos americanos.

Ha llegado a nuestro conocimiento que algunos nativos americanos están utilizando de forma errónea nuestras prácticas espirituales para abusar o explotar a niñas y mujeres. En algunas ocasiones, personas que intentan buscar su propia guia espiritual nativa terminan siendo tratados de forma abusiva. Cuando esto sucede no solo se les hiere emocionálmente sino que la herida va más allá y afecta también al alma. Un hombre, autoproclamado «chamán» invitó a tres chicas jóvenes a aprender prácticas espirituales de los nativos americanos. Se aprovechó de su debilidad, manipulando sus mentes y abusando sexualmente de ellas. No ha sido condenado por sus crímenes. Desafortunadamente, estas niñas deben vivir con sus pérdidas y su dolor y tratar de recuperarse durante el resto de sus vidas. Este es un caso de abuso de poder, un hombre aprovechándose de su carisma y el de su raza para atraer víctimas.

No es correcto causar voluntariamente dolor y sufrimiento ni a uno mismo ni a otros. De hecho es un crimen. El Creador nos ha otorgado un don especial a cada uno de nosotros. Como indígenas no aceptamos este tipo de comportamiento en nuestras prácticas espirituales y ceremonias. En la cultura de los indígenas americanos, los niños son sagrados y necesitan ser y educados, no explotados. La explotación de los niños es una de las violaciones más serias de los valores nativos, además del deshonor y el insulto añadido que supone para nuestras mujeres, madres de nuestros niños.

El crimen de usar nuestros propios ritos espirituales, nuestro carisma y la manipulación pasa atraer posibles víctimas no solo esta sucediendo aquí. Según un reciente titular, dos artículos tratan de autodenominados «hombres-medicina» de Pennsylvania y New Hampshire que se enfrentan a acusaciones de abusos sexuales a menores. Amigos indígenas del sudeste cuenta de hombres y mujeres que abusan de sus «dones». Ancianos en Minnesota y Dakota del Norte han hablado también de sacerdotes y ministros no indígenas que utilizan de forma errónea sus puestos de poder para abusar de los niños.

Queremos dejar claro que este tipo de explotación no entra dentro del campo de las prácticas y ceremonias de curación espiritual. Este comportamiento no es aceptado y cualquier persona (sacerdotes, profesores, funcionarios, consejeros o líderes espirituales, etc.) que voluntariamente abuse de su posición de poder será considerada responsable. Otro tema que nos preocupa como nativos es la mezcla que algunos clérigos no-indígenas hacen de sus ritos con los nuestros. Esta practica tampoco es aceptada. Se considera otra forma de abuso y uso incorrecto.

Los Corazones Fuertes tienen como meta concienciar y enseñar a prevenir. La violencia esta viva y en perfecto estado de salud. Cuantos más de nosotros levantemos la voz, hablemos de ello, nos reunamos para discutirlo y buscar soluciones mayor protección tendremos en el futuro. No podemos soportar y dejar que otros nos hieran. Si alguien que lee este articulo, esta utilizando sus pipas, sus palabras o sus actos para causar dolor con la excusa de sanarlo, por favor dejen de hacerlo. Hay ayudas, pero primero tienen que admitir el daño que hacen y pedir ayuda. No es un signo de debilidad pedir ayuda. Es un signo de fuerza. El primer paso para terminar con la violencia es romper el silencio:

Reconocer que esta utilizando sus palabras y actos para causar daño.
Admitir que no tiene poder y necesita ayuda para cambiar de comportamiento.
Llamar o contárselo a alguien para pedir ayuda.
En la búsqueda de la propia espiritualidad, la gente puede sentirse atraída por algo o alguien brillante que le atrape la mirada como el destello de un brillante. Nuestra ansiedad por aprender puede nublarnos la vista y hacernos vulnerables para ser finalmente explotados. Aquí van varias precauciones a tomar para la búsqueda de un/a guía espiritual.

Ten cuidado cuando te acerques a aquellos que destacan como brillantes y cuyo brillo puede atrapar la mirada. Sospecha cuando veas las trenzas largas, los sombreros y las ropas bonitas. La mayoría de los nativos que realizan prácticas y tienen dones verdaderos, no destacan. No piden regalos preciosos a cambio, no se hacen publicidad.

El Creador nos ha dado sentidos y emociones para nuestra propia protección. De la misma manera que el mundo animal se protege a sí mismo con la vista, el oído, el tacto, así debemos hacer nosotros. Escucha mira y actúa de acuerdo con tus sentimientos. Cuando te inviten a una ceremonia, especialmente si eres mujer y no hay otras mujeres presentes, sospecha. En la mayoría de culturas nativas, las mujeres aprenden de otras mujeres y los hombres aprenden de otros hombres. En algunos casos hay mujeres y hombres reunidos en un circulo pero en cualquier caso hay una línea divisoria. Las mujeres más ancianas guían a las mujeres y los hombres más ancianos a los hombres.

Escucha, especialmente si nunca has estado en estos círculos. Cuando el lenguaje que se utiliza no es el tuyo, estate atento al tono degradante. Entonces mira las acciones del que habla. Ten precaución si te sientes culpable o avergonzado. Escucha a tu espíritu.

Utiliza todos tus sentidos para buscar tu conocimiento. En la mayoría de ceremonias el objetivo es purificarse o sanarse. Es para ser uno con el Creador. La persona que lleva a cabo la ceremonia es la encargada de facilitar esa unión con el Creador. El/La mediador/a puede hacerte preguntas de carácter personal. Ten cuidado. No te dejes engañar. Si lo que te están preguntando no te hace sentir bien, detente para protegerte a tí mismo. Confía en tu instinto. Confía en tu alma. Si te provoca ansiedad, detente.

También hay que preparar a los niños en cuanto a su educación espiritual. Enseñarles que es lo que deben buscar y cuando decir no. Enseñándoles esto sabrán donde están los limites. Un buen límite es como fijar una barrera de protección alrededor de nuestros cuerpos. Dejaremos a la gente traspasarla si nos sentimos seguros, de lo contrario los mantendremos alejados. Sentirnos seguros de manera que permitamos a alguien tocarnos o abrazamos es algo que vamos aprendiendo desde que nacemos. Aquellos que nos abrazan, alimentan y calman mientras aprendemos a caminar, nos enseñan al mismo tiempo a confiar en ellos. Aquellos que traspasan nuestro espacio más personal y nos traen satisfacciones y alegrías, ganan confianza. Entonces nosotros aprendemos a decir sí y les dejamos entrar en nuestro espacio personal.

Así como un simple toque amable y cariñoso puede generar confianza, un toque inapropiado puede ocasionar desconfianza. Si damos permiso a alguien para entrar en nuestro espacio privado y nos hiere, perdemos confianza en nuestra propia capacidad de juicio. Puede que nos preguntemos, ¿por qué? o ¿qué es lo que hice?. Termina siendo un ciclo de sucesos. Primero la desaparición de un límite, después el sentimiento de desconfianza y por último el propio espíritu termina dañado. Si esto le sucede a un niño y a él o ella no se les ayuda a recuperarse, pueden crecer y terminar siendo adultos con límites personales pobres, una confianza pobre y desconectados espiritualmente. Los límites personales nos ayudan a protegernos.


Fuente: http://inicia.es/de/nativos/hh8/pag_24_8.html

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